martes, 23 de junio de 2009

Fuego

Tanta sacudida no podía ser casual. Muchas cosas merecen ir a parar al vertedero. Hay mucho de qué deshacerse. Y mucho por qué renacer. Mucho por comenzar de nuevo. Varios rincones exigen limpieza. Revisión a fondo. En eso he andado por varias tardes. Y hoy, esta noche, esta corta noche, es un buen momento para confrontarme conmigo y con todo eso que vengo buscando procesar. 

Hace un año caminaba por los barrios de Barcelona contemplando las verbenas, escuchando los fuegos por doquier. Las hogueras encendidas en todos los barrios. La gente levantada y en las calles. No es una noche para dormir. Hace un año la caminata nos llevó a la playa. Barceloneta llena. La arena recibe esta madrugada el mismo tránsito que una intensa jornada veraniega. Los fuegos no cesaban. Como no dejaban de tronar todavía hace un rato. La noche fue, como es esta, sumamente breve. 

Hoy son allá, mientras escribo, las seis de la mañana. Y aquí la oscuridad reina por un rato. En unas horas el sol estará de nuevo resplandeciendo. Quedan unas horas para borrar todo aquello que no sirve. Todo eso que no tiene sentido seguir llevando sobre las espaldas. Purificarse. De eso se trata. De renovar. Y seguir adelante. 

Con la fiesta de San Juan, hace un año empezaba mi regreso. Un primer regreso. Y era evidente que no volvía el mismo. Como tampoco soy ahora el que aterrizó hace unos meses tras la segunda vuelta. A veces no está muy claro quién soy. (¿Puede alguien realmente tener claro semejante cosa?) Pero tengo claro que esa búsqueda es quizá la mejor forma de definirme. 

Esta semana inició con brusquedad desde el fin de la anterior. Y su intensidad no ha menguado. Desde hace un año que conocí en carne propia las fiestas de San Juan, me gusta pensar en esta noche como un punto de inflexión periódico en la gráfica de mi biografía. Las regulaciones de la ciudad no admitirán que salga a la esquina y encienda una hoguera para incendiar todo lo que me estorba. Pero no dejaré de encender un fósforo cuya flama consuma el trozo de papel donde ya estoy anotando todo eso de lo que pretendo deshacerme. 

1 comentario:

Jacka [Killer Queen] dijo...

¡Qué maravillosa es la noche de San Juan!

Llevo va algunos años celebrándola con distintos rituales pero el fuego siempre ha sido parte fundamental de los festejos.

El fuego es como un llanto incendiado, liberador y divino.

Por acá te dejo el link de lo que escribí hace un año: http://estabocamia.blogspot.com/2008/06/la-noche-de-san-juan.html

Abrazos (=