domingo, 1 de marzo de 2009

Varia

  • Muchos proyectos se conjuntan en el trabajo. Algunos más atractivos que otros, sin duda. Todos demandantes. Todos exigiendo su espacio, su tiempo. El martes pasado presentamos la obra de teatro de los chicos de secundaria y preparatoria; el resultado me pareció digno, y para algunos fue un avance con respecto a los dos años anteriores. Comienza la cuenta regresiva para la open school de pre-escolar y el Modelo de Naciones Unidas con los mayores; entre ambos, clases abiertas de inglés en la primaria y un par de proyectos que no sé en qué hora se me fueron a ocurrir, para los chicos de 5o y 6o de primaria. Cuando me doy cuenta, estoy más que involucrado en todo ello. Así que habrá que apechugar. Y mientras tanto, sigo metido en un par de lecturas que, entre tanta ocurrencia, avanzan pausadamente. Me urge acabar para compartir algunas reflexiones y arrancar con algunos de mis tantos libros pendientes. Al mismo tiempo, me he comprometido conmigo mismo a retomar esta semana mis proyectos de investigación. Más me vale llegar al viernes con un avance significativo para enviarlo a mis tutores en la UB.

  • Esta mañana nos escapamos Mariana, Monch y yo a San Ildefonso para recorrer la exposición Delirios de razón, del fotógrafo David LaChapelle. Cuesta trabajo encontrar palabras para describir las impresiones que sus imágenes pueden producir en uno. Habremos quienes nos identificaremos más que otros con la estética de este polémico artista, pero lo cierto es que resulta muy difícil quedar indiferente ante las provocaciones que lanzan sus imágenes. Todo muy bien. Sólo un reclamo, que con las exposiciones en este bello museo se está volviendo tradición: ni una postal, ni un afiche, ni un catálogo... nada que uno pueda llevar como evidencia de su paso por ahí.



  • Ayer celebramos 75 años sobre este mundo del querido tío Henry, hermano de mi padre. Ayer mismo tuve oportunidad de dar este abrazo en persona, pero hoy lo envío a través de bits, con mucho cariño y especial agradecimiento por ser uno de los más fieles seguidores de mis ocurrencias digitales. Qué mejor modo de celebrarte —a ti, más que digno representante de una generación de inmigrantes digitales que ha sabido ir a la vanguardia tecnológica, superando a muchos que según el calendario son y somos un poco más jóvenes— que enviando este abrazo a través de la Web 2.0, cuyas redes han venido a acercarnos más que los mismos átomos.

2 comentarios:

La Cordero dijo...

Ciertamente, la obra de LaChapelle es harto provocadora. Por cierto, creo que te vi ayer por el Centro... tons sí eras tú jajaja...
Y se supone que sí habría catálogo. Lo que yo hice, dadas ciertas circunstancias laborales y problemas con la agencia que lo trajo, fue comprarme el libro Heaven to Hell en Gandhi. Trae muchas de las fotos que viste en la expo. Nomás que cuesta 800 peso... ese es el único pero. Un beso Ernesto! Espero que nos encontremos pronto de nuevo.

Anónimo dijo...

Gracias sobrino:

Gracias por haberme acompañado en mis tres cuartos de siglo y sobre todo, gracias porque tu blog es siempre un motivo de inspiración para mí.

Un abrazo.