sábado, 12 de enero de 2019

Veo, leo y escucho a muchos ayudando a profundizar divisiones con descalificaciones estridentes. No me gusta hablar de bandos, pero la mayoría de nuestros enojos caen en esa trampa: a favor de unos o en contra de otros, sean quienes sean.

En Guanajuato tenemos ya más de una semana de dificultades por la falta de abastecimiento de combustibles. Entiendo y vivo yo mismo el malestar todos los días, pero pienso que no deberíamos engancharnos así. A mediano y largo plazo le estamos haciendo el caldo a alguien que lo aprovechará en beneficio propio.

En situaciones límite como la que atravesamos, convendría más mesura, más cabeza fría, menos radicalismo ideológico. Eso ayudaría a organizarnos en favor de la ciudadanía, en favor de nosotros mismos; no por hacerle la tarea a gobierno federal, o al estatal, o al municipal, o a la oposición, o a los huachicoleros... Organizarnos para comprender que nosotros tenemos el poder.

Sé bien que suena ingenuo, pero pienso que vivimos un momento muy valioso para madurar como sociedad. Si nos mantenemos en una postura de buenos/malos, blanco/negro, servirá de poco.

Si entregamos nuestra furia y nuestra frustración cual cheque en blanco, alguien la aprovechará. Estaremos contribuyendo a hacer realidad eso que tanto temen muchos: la tiranía, la dictadura.  Podría ser la de quienes  gobiernan hoy o la de quienes aspiran a gobernar mañana. Si somos más listos y menos estridentes, si no caemos en el juego, podemos evitar ambas.

Cuesta, eso sí.

PD. Me leo y pienso que quizá mi reflexión parece no proponer algo concreto. Me extiendo intentando lanzar posibilidades. Primero, sin duda, bajar la intensidad de la descalificación, evitar las agresiones que se nos dan tan fácil en las redes. En momentos de crisis, ayuda serenarnos. No ser tan reactivos al compartir cosas en la redes; validar el origen de la información que compartimos, pensar un poco en quién gana cuando compartimos ciertos mensajes alarmistas. Si hoy podemos ayudarnos de manera más solidaria a superar las necesidades particulares originadas por los problemas de abastecimiento de combustible, estaremos dando un paso adelante. Si nos radicalizamos, le ayudamos a alguien que tarde o temprano saldrá ganando en favor de algunos y en perjuicio de muchos. Reflexionemos un poco con serenidad y lo veremos con más claridad. Miremos atrás, revisemos la historia. Somos una carnada fácil cuando pensamos solo en nosotros mismos.

Dicen que a río revuelto, ganancia de pescadores. Pesquemos algo nosotros, no salgamos de esto sin nada. Comprendamos que aprender algo de esta coyuntura no significa estar de lado de alguien en particular.

No hay comentarios: