«Internet addiction is the extreme form of information overload. [...] The increasing power and attractiveness of the Internet for purposes like escape and self-expression is part of the problem for some young people. The Internet's interactive quality leads some Digital Natives to prefer their "second life" to the first. For some, the Internet allows for escape from the frustrations of real life.»John Palfery & Urs Gasser, Born Digital.
La analogía me parece tan obvia que seguro ha sido desarrollada por más de uno; aún así, la pongo sobre la mesa porque en los días que corren me ha perseguido con insistencia.
Es comprensiblemente ordinario que cada nueva tecnología que transforma nuestras formas de percibir y procesar la información desate reacciones apocalípticas por doquier. Sucedió con la imprenta en su momento, y lo propio ocurrió ante el cine, la radio o la televisión, del mismo modo que se da hoy de cara a Internet. Herederos e imitadores de Casandra han elevado sus voces una y otra vez: los unos, incapaces de detener las tragedias; los otros, imaginando desgracias cuyas magnitudes terminan por opacar el auténtico desastre vaticinado por los primeros.
El caso es que, frente a advertencias como la que aparece en el epígrafe de esta entrada, las reacciones suelen dividirse entre quienes se arrojan al vacío aterrados por el final de los tiempos, y aquellos que se sientan a reír ante las ensoñaciones de esos profesionales de la catástrofe.
Si el personaje creado por Cervantes fuese nuestro contemporáneo, no hubiesen sido los libros de caballerías los responsables de sus locuras; ni siquiera las películas de Hollywood o los reality shows le hubieran hecho confundir rascacielos con temibles gigantes; seguramente hubiese sido la navegación a través de la llamada Web 2.0 la culpable de construir en su interior un sinfín de vidas paralelas, a partir de las cuales podría vivir una incansable cantidad de aventuras.
Decía al inicio que la comparación entre las novelas que leía Alonso Quijano y las posibilidades de la Web 2.0 me ha perseguido en estos días. La adicción a las redes y las plataformas interactivas (blogs, chats, wikis) se han venido convirtiendo en una manía que por momentos me lleva a olvidar que pertenezco al mundo de los átomos; un mundo que sigue su trayectoria.
Al final del día, vendrán extensiones que llevarán más lejos las posibilidades que hoy ofrecen estas redes digitales. Y la evolución que de la mano vivirán sus usuarios, hará a las futuras generaciones evaluar como inverosímil e ingenuo el relato de algún sujeto que perdió la razón navegando entre millones de gigabytes.
7 comentarios:
algunos animes y mangas japoneses van hablando del tema, creando una mitologia de gigabytes y hi-tech, mientras siguen alimentando el "calamar gigante de informacion", que se acerca hasta con el mundo animal y chamanico...claro que el tema impulsa a teorias catastroficas o del imposible...la cosa esta en no perderse como ser humano, no perder su centro, no olvidar respirar, no dejar de vivir para vivir y no vivir para contar o demostrar!!!y no perderse porque como todo exceso es malo...si a disfrutar los laberintos que nos brinda, pero no perder los pies de la tierra!!!
Me parece que la decisión de evadirse es más importante que el medio por el cual se hace, ya que esta determinación es atemporal como lo planteas, va desde los libros de caballería hasta el internet y mañana cualquier otra cosa que venga.
Web 2.0 es simple y practicamente Big Brother, una nueva version del interet, patruyada y con acceso restringido solamente a un cierto numero de paginas,la version prototipo sera lanzada en paises donde la gente no protesta (canada) el proximo año.
quiza algo bueno saldra de esto, que algunos volveran a aprender interactuar con la reaidad, sin embargo las mayores fuentes de addicion del internet (facebook, twitter) seran parte escencial de la Web. 2.0... pero la gente no aprende se olvidan que la forma mas facil de esclavalizar a la humanidad es haciendolo FASHIONABLE y ahi estan todos los borregos del mundo con su facebook su twitter en la database mas grande jamas creada. por lo pronto yo no gracias.
@ anónimo 12/03 2:28
Concuerdo en absoluto en cuanto a la clave: no perderse, conservar el centro en la medida de lo posible... Los apocalípticos y los integrados han existido y existirán siempre; y la realidad avanza más allá de sus debates, así que la cuestión es cuidar nuestra libertad, nuestra autonomía.
@ Rafael
En la línea de lo que planteas, el tema me parece fundamental... explorar las decisiones que nos llevan a evadirnos. Dejando claro, al menos en mi caso, que evadirse en ciertas circunstancias se vale, no? Saludos y gracias por detenerte por acá!
@ anónimo 12/03 14:43
Hasta donde yo entiendo, más que una plataforma, Web 2.0 es un término que se usa hoy día para referirse a los usos más interactivos de la red, que incluyen las redes que mencionas. Y en lo del Big Brother estoy de acuerdísimo... de hecho eso ya lo es... hoy día vamos dejando huellas por doquier en el mundo digital, casi siempre inconscientes del peso de semejantes rastros. Y cierto, la mesa está puesta para esclavizar a la humanidad... conceptos como privacidad y seguridad deberían estar en nuestras prioridades; la cuestión es explorar posiciones para enfrentar este nuevo entorno, que avanza ya sobre nuestras cabezas. Me parece válido resistirse a tales redes; otros hemos elegido el camino de integrarnos a ellas como ejercicio de reflexión y pauta para transformar, conscientes de estar expuestos ante este nuevo gran hermano, muy distinto por cierto al que imagino Orwell... éste es un gran hermano que nos vigila al tiempo que nos hace sentir que somos radicalmente libres, de ahí su terrible poder. Gracias por alimentar estas divagaciones!
Integracion?, si te dijeran que te tienes que implantar un chip para formar parte de la Web 3.0, te lo implantarias? o si la nueva ipod se conectara directamente a tu sistema nervioso?, pues por mas ridiculo que suene esto es lo que sigue. De hecho existen varios nightclubs en Europa donde para ser miembro VIP la gente ya se implanta el famoso chip. asi es ni Orwell pudo imaginar que la gente se implantaria un chip para integrarse a la "in crowd" o que aceptarian salir a todos lados con un radar porque el GPS es "lo de hoy"... people wake up!
anónimo 12/03 19:27...
Antes que nada, aclaro algo que igual y está de más: esta respuesta no es porque quiera dar la última palabra ni responder por responder... es sólo que, igual y te pasa igual, leo lo que escribes y me dejas pensando más cosas y me dan ganas de compartir lo que se me ocurre... aclaro también que con este tema, lo confieso, mi posición es muy frágil, e incluso contradictoria (cosa que me choca pues a veces reconozco que termino siendo muy tibio).
El caso es que tienes razón en lo que adviertes... y el llamado a reaccionar me parece sensato y urgente. Sin embargo, mis contradicciones nacen cuando reconozco que esas mismas tecnologías que hoy amenazan nuestra libertad, son portadoras de tantas cosas que no son tan trágicas, al menos en lo cotidiano. (Y en esto está quizá mi error, mi tibieza.)
Creo que es verdad que quienes ingenua y voluntariamente "regalamos" información personal a través de redes y bobadas de estas, ayudamos de más alimentando al sistema... Pero también creo que, aunque otros actúan con más inteligencia y prudencia, todos terminamos controlados por un mundo de información administrado por instituciones como bancos, gobiernos, comercios... nuestros "dossiers digitales" existen y crecen cada minuto, unos menos descarados que los otros, seguro... algunos con lo estrictamente "indispensable" (pero igual de peligrosos) y otros con lo que torpemente damos de más, pero al final el simple hecho de navegar por la red, de acceder a ciertas cosas que considero positivas y que no creo que acaben conmigo ni con mi libertad, terminan dejando infinidad de rastros digitales que otros podrían usar en mi contra.
Sé que mi posición puede sonar a mediocridad o resignación (algo así como "si no puedes contra ellos...") pero juro que intento explorar una manera de enfrentar el reto que estas cosas nos ponen enfrente. Y comentarios como el que me dejas son un impulso, un empujón que agradezco. Aquí sigo, dando vueltas a este asunto que me resulta apasionante. Un abrazo.
Cierto pero ojo!!!También hay un gran peligro de perder su libertad en ideas complotistas que estiran la razón y a veces nos envuelven en ideas fijas negativas desviándonos de lo esencial para la revolución...es otra manera de perderse. Ahí también hay que hacer conexión con el "centro" y no perder la realidad. Si no veamos la violencia que esto provoca en la juventud (neonazis etc)tenemos que ser cuidadosos con la información, y la lucha contra el sistema.
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