«Doubt can be a bond as powerful and sustaining as certainty.»
Finalmente, después de semanas de frustrados intentos, este fin de semana resolví una de las dudas cinematográficas que tenía pendientes. Recomendaciones, críticas y nominaciones me enfilaban hacia Doubt, protagonizada por la siempre eficaz Maryl Streep, un contundente Philip Seymour Hoffman, una sorprendente Amy Adams y una arrebatadora Viola Davis.
Basándose en la obra de teatro que él mismo escribió —y por la que obtuvo el premio Pulitzer—, John Patrick Shanley dirige un implacable duelo de actuaciones en torno a la búsqueda de la verdad en un mundo plagado de incertidumbres. Los personajes trazados por la pluma de Shanley reflejan la complejidad de los seres humanos y constituyen una inusual provocación para replantearnos la dimensión que la duda y nuestra sed de certeza pueden jugar ante los dilemas morales que enfrentamos ordinariamente.
La película, conservando la intención del montaje que le dio origen, evita cautelosamente caer en cualquier tipo de posición moralista o aleccionadora. Su objetivo no es resolver ningún misterio ni despejar las interrogantes sembradas en el espectador desde los primeros minutos. Al final, no se trata de darle la razón a nadie. No pretende señalar a nadie en particular. Muy al contrario, nos invita simplemente a colocarnos ante el espejo de nuestra propia alma.
La duda propuesta como detonador de la cinta no se resuelve. Paradójicamente, para mí algo sí queda en evidencia: la duda puede ser un vínculo tan poderoso como la certeza.
1 comentario:
He visto tanto cine últimamente, no sé, como 20 películas aproximadamente, mis dineros desaparecieron pero valieron totalmente la pena.
Pero no he visto ni La Duda ni Slumdog Millionaire, porque no han llegado a mi fabuloso pueblo. Grrrr, muero por verlas.
Te recomiendo ver el documental "Mi Vida Dentro"; muy muy muy bien hecho.
Por lo demás, que tengas buen inicio de semana.
Saludos!
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