«Fue aquella una fecha memorable para mí, pues a ella debí grandes cambios en mi existencia. Pero en la vida de todos sucede lo mismo. Suponed que se suprime de ella un día determinado, y pensad cuán distinto habría sido. Los que estáis leyendo esto meditad por un instante sobre la larga cadena de hierro o de oro, de espinas o de flores, que nunca os habría sujetado de no haber sido por un primer eslabón que se formó en un día memorable.»Grandes esperanzas, Charles Dickens
Hace tiempo tengo esta obsesiva manía de pensar en mis propios días memorables. Manía que recientemente se ha acentuado. Me entretengo escombrando entre mis escasos recuerdos, intentando identificar esos momentos aparentemente insignificantes en los que uno decide esto o aquello y entonces la vida se transforma. Instantes que, por lo regular, se cruzan también con acciones de otros. Acciones que, a su vez, suelen ser producto de una motivación igual de intrascendente, al menos en apariencia.
No quiero hablar de "destino". No sé si se trate de la palabra adecuada. Lo cierto es que existen esos momentos que conducen nuestra existencia a rumbos imprevistos. Que nos acercan a otros sin que los estuviésemos buscando. Que nos llevan a sitios a los que nunca previmos llegar.
Paulo Coelho habla de "instantes mágicos" para referirse a esos momentos en los que "un sí o un no pueden cambiar toda tu existencia". Sin embargo, me parece que, al menos en cierto modo, cualquier instante es "mágico". Cualquier momento, por insignificante que parezca, es susceptible de derivar en una decisión —a veces aparentemente intrascendente—, producir un sí o un no y, de ese modo tan simple, transformar nuestra existencia.
Apunte. En esta semana una larga serie de sencillos incidentes se empeñaron en recordarme algunos de los días y momentos memorables que han dado a mi existencia giros impredecibles. Incidentes (los de esta semana) producidos —¡vaya cosas!— a partir de alguna chispa digital: un correo electrónico, un mensaje a través de Facebook, un texto vía SMS.
1 comentario:
si yo tengo una manía parecida, además de identificar el "momento memorable" me pongo a armar una película del tipo "qué hubiera pasado si hubiera decidido esto en vez de esto?"....saludos mi Ernest
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