Abril concluye su primera mitad y yo sin aparecerme por estos territorios digitales. He andado acaso un poco en los 140 del Twitter y otro tanto en breves comentarios en el Facebook. Y acá, nada. Sin embargo, ya se sabe, eso no significa que no tenga cosas qué decir. Al contrario. Me encantaría compartir sueños materializados recientemente, lecturas que han irrumpido sin aviso en mi buró y descubrimientos que de improviso han iluminado mis recientes noches de insomnio; quisiera explorar aquí ocurrencias que se tomaron muy en serio la Semana Santa y eligieron esos días para morir y resucitar con nuevos bríos; me gustaría divagar como solía hacer cuando la media noche catalana se hacía cómplice del atardecer azteca, sumiéndome en un eterno bucle en el que nunca amanecía. Pero habré de ir en orden si quiero al menos cumplir la mitad de estos anhelos. Si la inspiración no me deja (y el cansancio no gana la batalla que viene librando hace días con mi voluntad), en un rato suelto la primera exploración.
3 comentarios:
Gracias por compartir y remotar el blog, nos debes la reseña del gadget aquél... yo ya te hacía con él!
Saludos compadre!
Jaja!! Me encantó!! Y coincido, salvo para presumir que tienes el gadget de moda, no sirve para nada. Y como me niego a tener una sexy joroba, pues menos.
Te mando muchos saludos!
ADRC
Ups, mi comentorio no corresponde a esta entrada!
ADRC
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