martes, 3 de febrero de 2009

Varia

  • La recaída descrita en mi más reciente entrada fue producto de un tremendo estrés. En las dos semanas previas se acumularon complicados imprevistos sin precedentes en cuanto a su mezcla de cantidad e intensidad. Así las cosas, la oscura bebida se convirtió en un necesario refugio. Pero fue una y hasta ahí.
  • Ayer hace una semana que terminé de leer Grandes esperanzas, de Dickens. Me pareció simple y sencillamente fascinante. Sus casi seis centenares y medio de páginas resultaron un estimulante alimento durante varios días. Difícil plasmar en unas cuantas líneas mis impresiones. Quizá más adelante, cuando la historia de Pip y Estela esté más procesada en mi interior —y cuando tenga menos pendientes esperando en el escritorio— tenga oportunidad de vaciar aquí un par de ideas al respecto.
  • La semana pasada tuve oportunidad de ver una auténtica pieza en celuloide: Grace is gone (en México, Una muerte inesperada), el drama de un padre que busca la manera de compartir con sus hijas que su esposa—madre ha muerto, víctima de una guerra que nadie entiende. Si bien ambas versiones de título adelantan ya de golpe el conflicto de la trama, la versión en español pierde toda la poesía del original. Nunca entenderé en qué se basan las distribuidoras para asignar los títulos en castellano a películas filmadas en otra lengua.
  • Pero el premio de la temporada a los títulos sin sentido se lo lleva Sólo un sueño. La cinta dirigida por Sam Mendes es una joya de principio a fin. Por más que me rompo la cabeza, no comprendo de dónde el poderoso título Revolutionary Road (que hace referencia a la calle donde viven los protagonistas y al mismo tiempo evoca una serie de contrastes que empapan toda la cinta) se convierte en una frase tan cursi y ridícula, que además encierra una lectura tendenciosa de la trama. Lo cierto es que la película es extraordinaria. Y me veo obligado a reconocer que Di Caprio, quien en los últimos años venía ganando poco a poco mi reconocimiento, consigue aquí mi profunda admiración.
  • En días recientes, Liz tuvo a bien otorgar a este espacio el Premio Blog Destemido. No tengo del todo claro qué precisamente busca reconocer semejante premio en un blog. El neologismo suena sin duda a algo que no teme o no produce temor, incluso me remite a la idea de lo temerario. Agradezco a Liz la deferencia y, siguiendo las políticas de tales premios, decido otorgarlo a dos de mis destemidos espacios favoritos: la bitácora de mi compadre JuanPa y la canasta de huevos de la Diva Cordero. Pasar o no pasar el premio, ya es cosa de cada quién; la verdad soy medio enemigo de producir en otros ese sentimiento de obligación, así que me conformo con agradecer el premio y abrazar —aunque sea vía digital— a mis amigos JuanPa y La Cordero.
  • And last, but not least... Impartir la clase de Ética y Valores a los chicos de cuarto de preparatoria se está convirtiendo en uno de los momentos más motivadores de la semana. Una extraordinaria oportunidad para renovar energía y poner a prueba algunas de las ocurrencias más recientes que flotan en mi mente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Revolutionary Road.. la vi hace 2 semanas, impactante, aun la llevo adentro de mi, recomiendo a todos que usen esta pelicula como un "dating test" si tu acompañante se identifica con el protgonista con el cual tu te identificas, felicidades van por buen camino pero si es el opuesto, HAHA...then you know what to do... RUN

un abrazo hermano

Anónimo dijo...

Ernesto:
No te sientas culpable por la Coca Cola jaja. Es un vicio permitido.
Totalmente de acuerdo en lo de los doblajes. Pierde el sentido la película con títulos tan malos, en realidad que pena, porque mucha gente se guía por el nombre nada más, provocando que las películas que en realidad valen la pena se queden en el olvido.
No tuve oportunidad de ver Grace is Gone, pero cuando salga en DVD la rentaré. La que si vi fue Revolutionary Road y me pareció muy buena película. No es mi género favorito pero la historia y las actuaciones son excelentes.
Saludos!

JuanPop dijo...

Gracias por el premio! en verdad que me entuasiasma ser merecedor del DESTIMIDO AWARD!... se siente padre! jaja... no te nos pierdas, te extrañamos...

Pronto inventaré los STITCH AWARDS, a lo menos pior de la blogósfera! jaja!

Gracias...abrazos digitales!