lunes, 23 de febrero de 2009

Está escrito

Mucho se ha dicho —y más se dirá después de los Oscar— acerca de Slumdog Millionaire. La vi el sábado y me pareció simplemente sensacional. Intensa, vertiginosa, provocativa. Algo de nuestra sociedad dice el hecho de que la cinta esté siendo tan aclamada por los críticos y tan aplaudida por el público a lo largo y ancho del mundo. El impacto que ha tenido ese mundo poblado de seres marginales y marginados, cuya odisea es coronada con singular optimismo, puede sin duda leerse como síntoma de las necesidades de nuestro tiempo. 

La película tiene lo suyo, sin duda. Unos protagonistas entrañables se desplazan en la pantalla bajo el cobijo de los mejores oficios de Danny Boyle: una poderosa banda sonora —con el inigualable toque de Bollywood—, una cámara que se convulsiona —pero que sabe detenerse cuando hace falta—, una vertiginosa —e impecable— edición; todo ello, para aderezar una serie de secuencias que sin duda pasarán a la colección de esos momentos inolvidables del cine (como cuando el pequeño Jamal consigue obtener el autógrafo del ídolo cinematográfico de la India, o cuando se convierte en guía de turistas en el Taj Mahal, o cuando siendo adolescente y con la ayuda de Salim consigue rescatar a Latika...).

No me atrevo a decir que se trata de la máxima joya cinematográfica de 2008. No he visto el resto de las cintas que compitieron con ella para los premios de la Academia. Sin duda se trata de una pieza muy bien lograda, con significativas luces... una de esas películas que da gusto ver para disfrutar, reflexionar y explorar el cine no solo como medio de entretenimiento, sino como toda una manifestación artística. 

Pese a todo, que conste en actas que en mis Óscares personales, la lista de nominaciones hubiese sido distinta, incluyendo en la competencia a Revolutionary Road, The Dark Knight y —mi particular galardonada como mejor film de 2008— Wall•E.

Apunte. El Oscar para Penélope Cruz me dio mucho gusto. Me dicen —y lo creo firmemente— que el trabajo de las nominadas por Doubt es extraordinario y que, en particular, Viola Davis merecía el premio. A reserva de comprobarlo, pues me urge ver esa película por mil razones, el galardón de Pe me entusiasma porque en cierto modo reconoce un extraordinario film de Woody Allen —quien además, como bien dijo la actriz en su agradecimiento, se ha caracterizado por escribir maravillosos personajes femeninos—.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Doubt con Revolutionary Road es una de mis peliculas favoritas del año por muchos motivos.
sobre Wall-E, las ironias, y pensar que fui entrevistado para un trabajo en esa cinta años atras sin embargo mi opinion no esta mezclada con ningun motivo "profesional" y objetivamente puedo decir que los primeros 45 minutos de Wall-E son una verdadera obra de arte sin embago ni el estilo ni el ritmo pudieron ser sostenidos en la segunda mitad, el resultado : dos peliculas en una. saludos

Anónimo dijo...

doubt!!que buenos recuerdos hehehe...refrescando la memoria a las sensaciones de esa paranoia colectiva de injusticias y culpabilidades...junto con revolutionary road se mantienen historias espejos de un hollywood menos manipulador y mas reflexivo para este anno.saludos

ErnestoPC dijo...

Mi querido hermano... a pesar de mi amor por Wall•E, reconozco que tienes razón, son dos pelis en una.. aunque bueno, al final el amor me ciega y sigo quedándome con ella jajaja... y bueno...

... este fin voy por Doubt, porque ya me urge!

Abrazos!!!!