... the future's not ours to see...
Días agitados, sin duda. La última semana del ciclo escolar. Si bien en muchos sentidos es una semana "tranquila", muchas cosas, muchos detalles, están a la espera de concretarse. Ceremonias de clausura, entregas de reconocimientos, festivales de fin de cursos, recontrataciones, renuncias, liquidaciones, ventas de libros, entrega de boletas y documentación de alumnos, planeación del arranque del próximo curso. El "etcétera" sería insuficiente para expresar todo lo que se concentra en estos días. He andado de arriba a abajo y apenas he tenido tiempo de cualquier cosa ajena al colegio. Ayer y hoy, milagrosamente, pasé muy pocos minutos en contacto con el ciberespacio. Apenas un saludo por el "gorjeador" o una ocurrencia por el "cara-de-libro", y las necesarias revisiones periódicas del correo electrónico... pero nada más.
Las ceremonias de clausura de los diferentes niveles —hace unas semanas preparatoria, ayer primaria, hoy pre-escolare, mañana secundaria— han puesto en mi agenda interna el tema del futuro una y otra vez. Muchas cosas andan agitadas en diversos ámbitos de mi vida y desde San Juan el asunto de la renovación no ha dejado de hacer ruido. En lo laboral es donde más claras parecen estar las cosas. Parecen, pues realmente lo que viene sigue siendo absolutamente incierto cuando lo pienso con calma. Como en tantas cosas, uno tiene más claro lo-que-no-quiere y lo-que-no-va-a-hacer, que lo que sí espera y lo que sí tiene decidido ejecutar.
Es evidente que resulta urgente serenarse y tomar ciertas distancias. Y vaya que lo he venido haciendo. Pero quizá por momentos esas distancias han sido tales que uno termina evadiendo la realidad que se le pone enfrente. Uno siempre encuentra, además, innumerables pretextos para no dar la cara a lo inevitable. Hasta que lo inevitable se deja venir encima con todas sus implicaciones.
Ya estoy divagando. Quizá debería intentar concentrarme un rato y, en vez de desperdiciar minutos y bytes en ocurrencias desordenadas y sin sentido, ponerme a escribir algo sobre las películas con que me he estado evadiendo del mundo en estas semanas. El asunto ya está muy cacareado desde hace días, y nada que publico al respecto. Y con el pasar de los días el material para compartir se acumula... así que, empezaré a concentrar fuerzas en esa dirección. Mañana se cumple el día 200 y con eso muchas cosas seguro recibirán su sacudida final, así que no garantizo entrada viernes ni sábado... pero igual y el domingo empiezo a recuperarme y cumplir pendientes en este espacio.
Entre tanto, aquí la pieza de donde se desprende el epígrafe de esta entrada. La letra de este clásico que inmortalizara Doris Day es de esas que siempre me generan debates internos. ¿Whatever will be, will be?
1 comentario:
Mi Ernestititito chulo y hermoso que te quiero mucho!!! Aki Toyyy!!!! jajajajaja... de regreso y recargada upsssss!!! jajajaa te mando un beso... vuelvo a agarrar el ritmo bloguero!! otroo besooo!!
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