¡Es increíble! Casi un año sin una palabra en este blog. De pronto alguna reseña en Lectores Revolucionarios o en el Backup de mis experiencias culturales... pero aquí, nada. Cierto que hace tiempo clausuré de cierta manera esta ventanilla, pero es cierto también que de vez en cuando algo me ha traído de vuelta. Sin embargo, este año ni la muerte ni la vida -y vaya que ambas se han presentado de vez en cuando- me han hecho venir a escribir.
Y me doy cuenta hoy porque necesito inspiración y vine a ver si aquí encontraba alguna pista arrojada por mí mismo. Inspiración para 5 graduaciones que me tocará presidir este año, y entre ellas una especial: la primer generación de bachillerato en Monclair. Algunos de estos chamacos entraron conmigo al Colegio hace 6 años. Llegamos juntos a 1º de Secundaria pues, si bien yo era desde entonces el Director de la escuela, me tocó ser su maestro de Español.
6 años. Y aquí sigo. No sé bien por cuánto tiempo más. No sé cuánto soportará mi débil cuerpo, mi frágil mente. Estoy cansado. Pero sigue habiendo algo más poderoso que mi cansancio. Y mientras ese algo siga operando, parece que aquí seguiré un rato más.
En fin, solo veía a recordarme a mí mismo que hace casi un año no escribía nada en este territorio. Ya no prometo nada, porque de escribir, está claro que no cumplo.
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