sábado, 27 de agosto de 2011

Veinte años

1. EXT. TARDE - JARDINES DEL TEC DE MONTERREY CCM. ÉPOCA ACTUAL.

ERNESTO atraviesa los jardines del Campus, desde el estacionamiento techado hacia los Salones de Congresos. Pasa a un costado de la Biblioteca. La mirada se detiene unos segundos en la escultura del Rey del Ajadrez Cervantino diseñado por el maestro Miguel Peraza. Continua la marcha alrededor del "cenote sagrado" al centro de la explanada. Llega al edificio del Centro Estudiantil.

ERNESTO (V.O.)
Mi amor por el Tec no es un amor ciego.
Mucho menos un amor rosa.
Tampoco se trata del amor filial o
fraternal, aunque sin duda comparte
con éstos algunos elementos.
Mi amor por el Tec se parece
más al amor que siento por mis amigos,
aunque tampoco es idéntico.
En todo caso, diría que es un amor crítico.
Que se resiste a la tentación de idealizar
el objeto de su afecto, pero lo defenderá
siempre como propio sin serlo.
Un amor agradecido siempre.
Un amor que busca la manera de devolver
lo recibido aún cuando el ser amado se
resiste a ello. Un amor que aspira a construir.
Un día lejos. Otro, quizá más cerca.


2. INT. TARDE - VESTÍBULO DE LOS SALONES DE CONGRESOS DEL TEC CCM.

ERNESTO ingresa al vestíbulo, decorado con una alfombra roja a la usanza de los festivales de cine. Una mampara anuncia "XX Aniversario Licenciatura en Comunicación"; con ella de fondo, un grupo de personas posa para una serie de fotografías; entre ellos: JESÚS MEZA, ARMÍN GÓMEZ, MIGUEL NÁJERA, ENRIQUE TAMÉS, ANA LUISA FONTES, JOSÉ ANTONIO UGALDE. ERNESTO se detiene y contempla un momento esa escena. Reconoce los rostros de los que son fotografiados y sonríe.

ERNESTO (V.O.)
Difícil resistirse a los clichés cuando
contamos con tantos para describir
momentos como éste.
Un "Parece que fue ayer", me viene a la
mente por más que le cierre la puerta
del pensamiento. Y es que así es.
La única evidencia contundente de que
han pasado más de quince años es el
cúmulo de experiencias vividas
desde entonces. Porque ni las arrugas
ni las canas por sí mismas son prueba
de nada que no sea pura biología.
Es lo que nos ha pasado y hemos sido
lo que no deja lugar a dudas...
Ha pasado un tiempo.


3. INT. NOCHE - SALÓN DE CONGRESOS I DEL TEC CCM.

Veinte mesas arregladas para una cena de gala. Ocupadas todas por entre 6 y 8 personas cada una. Un escenario tiene como fondo el mural "El hombre, la palabra y la técnica", pintado por Raúl Anguiano a finales de los años 1990 para el propio campus. A un costado una pantalla donde se proyecta una semblanza de 30 cortometrajes.

ERNESTO está sentado en una mesa acompañado de ALBA (LCC98) y FERNANDO (LCC99). También están a la mesa un EGRESADO JOVEN (LCC07)acompañado de dos jóvenes más. Al finalizar la proyección, conversan.

ERNESTO (a ALBA y FERNANDO)
¿Se imaginan cómo sería estudiar hoy LCC?
La mitad de mi carrera edité trabajitos
con dos videocaseteras VHS. Suena a viejito
pero "en nuestros tiempos" todavía
revelábamos e imprimíamos nuestras fotos
en el Laboratorio, ¿se acuerdan?

EGRESADO JOVEN
Algunos todavía llevan Foto Artesanal.

ERNESTO
¿Foto Artesanal?
¿Así le llaman ahora a eso?

(Ríen)

Podría seguir y casi reproducir línea por línea lo vivido anoche. Un recordatorio de tantas cosas. Más allá de las anécdotas del mundo digital contra el analógico que separa a algunas de nuestras generaciones, se trató de una renovación de mi declaración de amor por mi alma máter, en esa relación crítica que nos ha caracterizado estos 17 años, contando a partir de mi entrada a sus aulas. (Relación sobre la que hace un año algo escribí aquí, a raíz de la salida del Dr. Rafael Rangel.)

De todas las emociones de anoche, subrayo ahora dos. La primera: ver los rostros de maestros que significan tanto en mi biografía, muchos de ellos seguro sin saberlo. Eran pocos quizá, pero de alguna manera verlos fue contemplar también las miradas de muchos otros.

La segunda: ser testigo de una excelente muestra de producción de cortometrajes producidos en el campus a lo largo de dos décadas. Han sido sin duda cientos de cortos en esta historia. 30 fueron enviados para participar en una premiación "a lo mejor de la cinematografía" de 20 años de la licenciatura. La pequeña pero significativa semblanza permite identificar una importante curva de aprendizaje en el área de cine del campus. Como es natural, el lenguaje y las técnicas evolucionan. Pero al final, viendo tres cortos producidos en semestres recientes, queda claro que las inquietudes y el interés por explorar diferentes dimensiones de nuestra condición humana, las ganas de contar historias, son tan poderosas hoy como ayer.

Sin duda me hubiese gustado que el encuentro fuera más amplio y durara más tiempo. Pero a pesar de esos límites, se trató de una noche para el recuerdo. Y para el presente.